¡Hola! Quizá no sepáis que soy una gran aficionada al cine asiático. Me declaro una auténtica enamorada de las películas de Wong Kar Wai desde que vi «Happy Together» en la universidad y este año en mi Instagram os he dejado alguna reseña de películas que amo (como Better Days, Us and them o Dear Ex). Por eso hoy os hablo de la película «Lighting up the stars» protagonizada por Zhu Yilong, pero centrándome en su trama para explicar qué podemos aprender de ella como escritores y escritoras.
Pero primero voy a hablar de qué nos cuenta esta película.
Sinopsis:
Habiendo sido puesto en libertad después de cumplir su condena,Mo SamMei, director de una funeraria, se cruza accidentalmente con una niña sin familia, lo que provoca un cambio inesperado en su actitud ante la vida.
Lo que nos cuenta esta película no es, en principio, nada nuevo ¿verdad? (A partir de aquí hay algún que otro spoiler).
El protagonista es un perdedor. Ha salido de la cárcel y se encuentra con que la mujer con la que estaba lo ha engañado; su padre, con el que siempre ha tenido una mala relación, sigue despreciando su manera de vivir y no entiende cómo ha sido capaz de mantener a flote el negocio familiar (la funeraria) durante un año entero. Tiene dos socios que son sus únicos amigos y entre los tres se ocupan de las tareas de limpiar y arreglar a las personas fallecidas, así como del resto de las fases de los entierros según las voluntades de las familias, pero a pesar de que les da para mantenerse, no va demasiado bien (esto lo vemos a través de un plano maravilloso comparándolo con el negocio de bodas contiguo).
Zhu Yilong como Mo SanMei
Y aquí es donde se cruza con Xiaowen, una niña pequeña un poco salvaje que vivía con una anciana que fallece. Esta niña, en principio, huérfana, no quiere asumir que su abuela no está y comienza a seguir a SanMei y a sus compañeros. Esto hace que termine en un crematorio provocando un gran problema para el protagonista, que más tarde tendrá que hacerse cargo de ella debido a otra serie de situaciones.
Es en este punto cuando el arco narrativo comienza a desarrollarse.
Xiaowen
La relación entre ellos no empieza con buen pie. SanMei es egoísta, está perdidísimo en su propia vida y va dando bandazos. Por supuesto, no es alguien acostumbrado a tratar con niños y considera que Xiaowen es un problema más con el que lidiar.
Aun así hay un punto de inflexión en su relación: es el momento en que Xiaowen descubre qué significa la muerte.
Y de esto va esta película en realidad.
En «Lighting up the stars» la muerte está presente desde el primer momento, y la muestran de muchas formas: la abuela que no despierta, los ritos de despedida, la chimenea del crematorio, o una urna decorada por una niña pequeña. Y por supuesto, no falta una metáfora que da sentido a todo: morir no es sólo volverse humo, es convertirse en una estrella.
Otro póster de la película
Llega un momento en que SanMei comienza a entender a la pequeña. A empatizar y a preocuparse por ella. Vemos la evolución del personaje a través de pequeños gestos y miradas.
«Xiaowen, SanMei te entiende porque tampoco tuve una infancia feliz» le dice en un determinado momento.
A él, que lo consideran un sinvergüenza, poco filial e inmaduro, una pequeña niña lo mira como si valiera la pena, porque sabe que puede cuidarla. De hecho, llega un momento en que ella lo elige a él y lo protege.
A partir de aquí, la evolución de SanMei es impresionante. Empieza a ocupar un rol paternal para la pequeña.
«La vida es como un libro, cada uno tiene que llegar a la última página de alguna manera».
Los personajes que escribimos no pueden ser planos. Tienen que poseer motivaciones, miedos, dudas y por supuesto, una evolución. Esto podemos verlo en SanMei, en el cambio a todos los niveles que experimenta y no solo en relación con la pequeña Xiaowen. Es un personaje maravillosamente escrito, muy realista y su arco narrativo es impecable. Porque SamMei tiene que aprender a tratar bien la muerte mientras aprende a atesorar la vida.
Póster de la canción principal interpretada por Zhu Yilong y Enyou Yang
¿He amado esta película? Cada plano, cada frase, los colores y las maravillosas interpretaciones. Zhu Yilong es uno de mis actores preferidos, pero es que aquí se supera aún más.
En definitiva, una película que destaca por lo bien que cuenta una historia que ya hemos visto otras veces, dejándonos personajes redondos que nos llegan al corazón y un gran mensaje final.
Cada estrella que brilla en el cielo representa a alguien que ha vivido y amado
¡Hola! Hoy regreso al blog con varias cosas. No sé si sabéis que en mi próxima novela (de la que os he dejado arriba la portada) una de sus líneas temporales transcurre durante la ocupación alemana de Francia en la segunda Guerra Mundial por lo que tuve que documentarme mucho para ello.
En concreto, me centré en la resistencia francesa, y sobre todo, en el papel que las mujeres tenían entre sus filas.
Todo vino como consecuencia de esta imagen:
Simone Segouin durante la liberación de París el 19 de agosto de 1944.
Esta fotografía se convertiría en un símbolo de la participación de las mujeres en la Resistencia. Pero ¿quién fue esta mujer? Seguid leyendo.
Simone Segouin, conocida por su nombre de guerra «Nicole Minet» tenía 18 años en el momento de la liberación de París, o sea, que desde los 14 años había vivido la ocupación alemana. Antes de esta fotografía que la hizo famosa, había matado a dos alemanes en los combates de París y ayudó a capturar a 25 prisioneros de guerra durante la caída de Chartres, en la que participó activamente.
Pertenecía a los Francs-Tireurs et Partisans (Tiradores libres y partisanos), que era una alianza de combate. Ella se involucró en acciones armadas contra convoyes y trenes enemigos, pero también fue activa en los sabotajes que llevaba a cabo la resistencia, de los que os hablaré más adelante. Un famoso periódico dijo de ella que era:
«una de las luchadoras más puras de la heroica Resistencia francesa que preparó el camino para la Liberación».
Independent Eure-et-Loir. 26 de agosto de 1944
Simone sujeta un arma alemana requisada (un MP-40)
«Estaba luchando por la resistencia, eso es todo. Si tuviera que empezar de nuevo, lo haría, porque no me arrepiento. Los alemanes eran nuestros enemigos, y nosotros éramos franceses».
Simone Segouin
Aunque ella fue consciente desde el primer momento de que desempeñar un papel para las mujeres en la resistencia siempre fue difícil.
La participación de las mujeres francesas en la defensa nacional fue el resultado de un proceso que se alargó durante todo el conflicto. Y de esto os voy a hablar hoy en esta entrada. Pero primero, un poco de contexto.
Francia derrotada
Mapa de la Francia derrotada
En 1940, Francia sufrió una derrota inesperada ya que cayó en solo 6 SEMANAS. Y lo que ocurrió a continuación fue que el General Pétain se ofreció como una especie de sacrificio mesiánico para poner fin a la guerra. Hay que decir que mucha gente se alegró de que la guerra llegara a su fin de esta forma porque se pensó que así se evitarían más pérdidas.
El 22 de junio de ese año, se firmó un armisticio que partió el país. Alemania se quedó con Alsacia y Lorena y el ejército germano se estableció como ocupante de la mitad norte de Francia y toda la costa Atlántica hasta la frontera con España. Por su parte, el ejército francés se quedó solo con cien mil soldados. (A todo esto hay que sumarle la cantidad de hombres capturados, heridos o muertos durante el conflicto).
A su vez, Pétain trasladó el gobierno a Vichy y allí se erigió como cabeza de lo que llamó «État FranÇais«, abolió la República y se otorgó a sí mismo poderes ejecutivos, legislativos y constitucionales. Suspendió el Parlamento y se convirtió en un colaboracionista del régimen nazi.
Un ideario tradicional
¿Y qué instauró Pétain como ideario? Pues este que os dejo aquí: TRABAJO- FAMILIA-PATRIA.
De modo que comenzó a articular todo un discurso político, apoyado por toda una maquinaria publicitaria y propagandística, en las que decía que las mujeres también habían faltado a su deber moral, especialmente aquellas que se arreglaban y usaban maquillaje.
El gobierno de Pétain culpabilizó a las mujeres independientes y trabajadoras de la derrota de Francia y construyó un ideal femenino ensalzando el que él consideró su papel principal: el de madres, dándole incluso una nueva dimensión al DÍA DE LA MADRE e incluso a la lactancia (alargándola mucho tiempo).
Mujeres francesas, la vuestra es la tarea más dura, pero también la más hermosa. Vosotras sois, antes que El Estado, dispensadoras de educación. Solo vosotras podéis enseñar a todos el amor por el trabajo, el sentido de la disciplina, la modestia y el respeto al crear hombres sanos y gente fuerte. Vosotras sois las musas de nuestra civilización cristiana.
Petáin
Estas políticas fueron acompañadas de medidas de carácter coercitivo y represivo. El divorcio fue reducido por una ley del 2 de abril de 1941. A su vez se multiplicaron las denuncias sobre las esposas de los prisioneros de guerra acusadas de infidelidad y se instauró la posibilidad de imponer la pena de muerte a las mujeres que practicasen el aborto.
Desde Vichy se intentó imponer un viejo orden, lo que hizo que muchas mujeres se unieran a la resistencia también para luchar contra los estereotipos de género.
Hablemos de la resistencia
Pero ¿cómo fue y actuó la Resistencia? Pues a decir verdad, este tema conlleva cierto debate ya que siempre se ha dicho que a posteriori se construyó un relato en el que los franceses siempre habían luchado entre las sombras, que Francia se había liberado a sí misma (como afirmó el general DE GAULLE en el famoso discurso de 1945), cuando en realidad, hubo fisuras y situaciones complejas durante todos los años de ocupación e incluso una amplia mayoría de la población que fue colaboracionista con los nazis (aunque esto fue un tabú durante años).
Pero hemos de empezar a hablar de quién era Charles de Gaulle. Se trataba de un general desconocido que pasó parte de la I Guerra Mundial en un campo de concentración, pero que en 1940 se embarca en un avión a Inglaterra, donde comienza a encabezar la Resistencia. No lo tuvo fácil, ya que, aunque contó con el apoyo de Churchill, en realidad era una figura aislada, incluso entre el exilio francés. Le costó mucho unificar todos los hilos de la Resistencia y en el proceso sufrió grandes pérdidas, incluida la de su mano derecha Jean Moulin, que fue considerado una de las grandes figuras de la Resistencia.
Del general De Gaulle es el «Llamamiento del 18 de junio» nombre que recibió el discurso que pronunció en la radio de la BBC , (grabado hacia las 18 horas, transmitido el mismo día a las 22.00 y retransmitido al día siguiente hacia las 16.00). Desde ese día, esta alocución radiofónica se cuenta entre las más célebres para los franceses.
Yo, el General De Gaulle, actualmente en Londres, invito a los oficiales y a los soldados franceses que se encuentren en territorio británico, o que ahí vinieran a encontrarse, con sus armas o sin ellas; invito a los ingenieros y obreros especialistas de la industria de armamento que se encuentren en territorio británico, a ponerse en contacto conmigo.
Pase lo que pase, la llama de la Resistencia Francesa no debe apagarse y no se apagará.
Charles de Gaulle
Al comienzo de la ocupación, este tipo de mensajes enviados por la combatiente Francia reafirmaron las asignaciones tradicionales que se habían otorgado a hombres y mujeres en tiempos de guerra.
En los primeros llamamientos del general de Gaulle, como habéis visto, pedía la movilización de hombres, ya fueran soldados o trabajadores mediante un discurso de guerra estereotipado que exacerbaba las identidades de género, en particular para someter a los hombres a su condición masculina:
“¡soldados de Francia, donde quiera que estén, levántense! », «Franceses de la nueva Francia […] ustedes, hombres libres, jóvenes, hombres valientes, sean dignos de la Francia nueva, libre, joven, valiente que saldrá de la victoria …»
Charles de Gaulle – 19 de junio de 1940;
En estos discursos de guerra, las mujeres estaban moralmente movilizadas, pero debían actuar como criadas, como guardianas del hogar que era un santuario a defender. Por lo tanto se les pidió que permanecieran pasivas, pero patriotas, fuertes en su alma a pesar de que sus cuerpos eran vulnerables (ya que obviamente, las mujeres sufren doble violencia en cualquier conflicto armado) y encima habían visto recortadas sus libertades y sus derechos por el gobierno de Pétain.
Esta mezcla de paternalismo y de culto a la feminidad confinó pues a las mujeres a roles sexualmente diferenciados. Al principio se les otorgó labores consideradas típicamente femeninas: taquígrafas, telefonistas, conductoras, enfermeras o asistentes sociales mientras que la parte de la lucha física seguía correspondiendo a los hombres.
No fue hasta 1942 cuando todo mejoró un poco. Fue ese año el primero en que se dirigieron a ellas desde la BBC. Lo hizo Hélene Terré, que llevaba uno de los pocos cuerpos militares para mujeres que existían (Corps des Volontaires françaises )creado el 7 de noviembre de 1940, en Londres en lo que se llamaba la Francia Libre.
Hélene Terré
Muchas de estas mujeres, pertenecientes a este cuerpo militar, sí que fueron instruidas en Inglaterra y enviadas directamente al combate en zonas de conflicto como secretarias, paramédicos, enfermeras, conductoras, médicos, etc.
Algunas también se lanzaron en paracaídas en la Francia metropolitana para diferentes misiones, como fue el caso de Jeanne Bohec en febrero de 1944.
Enlistada en el Cuerpo de Voluntarios de las Fuerzas Francesas Libres, se unió a la Oficina Central de Inteligencia y Acción y aprendió técnicas de sabotaje y se especializó en la fabricación de EXPLOSIVOS.
Fue lanzada en paracaídas en febrero de 1944, con su nombre de resistente «Rastrillo». Su función era la de entrenar a los combatientes de la resistencia para plastificar los ferrocarriles utilizados por los alemanes. Montada en bicicleta para no despertar sospechas, recorría las carreteras para encontrarse con sus alumnos y así preparar el famoso «plan verde» en el momento del desembarque de los aliados el DÍA D. Fue la única instructora de sabotaje de toda la Resistencia.
Vínculos esenciales
Pero lo cierto es que, desde 1940 a 1945, en la Francia ocupada, las mujeres actuaron como agentes de enlace, contrabandistas, editoras de prensa en periódicos clandestinos, enfermeras de maquis… Su papel, aunque discreto, fue esencial.
Fueron a menudo las primeras preocupadas por ayudar a los refugiados y perseguidos cuando se trató de proporcionar alimentos, alojamiento y cuidados diarios. Muchas participaron en redes de Resistencia o en las llamadas redes de rescate acomodando, alimentando y escoltando a prisioneros de guerra, a fugitivos, aviadores de los aliados que habían caído en Francia, pero también a judíos que huían.
También muchas aprovecharon sus trabajos para desviar los sellos necesarios para la fabricación de papeles falsos, para robar documentos e incluso para evitar un arresto o una redada. Hay que destacar también el papel de algunas que ayudaron a decenas de niños judíos a abandonar el país y con eso les salvaron la vida.
Figuras importantes
Marie-Madeleine Fourcade estuvo al frente de la red Alliance, sucediendo al comandante Loustaunau-Lacau después de su arresto en 1941.
Por su parte, cofundadora del movimiento Liberation-Sud , Lucie Aubrac formó parte de su comité directivo. Organizó fugas de compañeros suyos, se hizo pasar por médico para ponerse en contacto con resistentes detenidos, se personó frente al jefe de la Gestapo para averiguar cosas e incluso lideró un ataque a un convoy donde viajaba su esposo. Consiguió liberarle y ambos pudieron huir a Inglaterra.
En febrero de 1944, Radio Londres, el servicio francés de la BBC, anunció la llegada segura a Inglaterra de Lucie y Raymond Aubrac, de los que dijo que habían luchado “hasta el último clavo, hasta el último diente por su país”. Los Aubrac (uno de los muchos noms de guerre) eran héroes y fueron resistentes mucho antes de que la resistencia se pusiera de moda. Lucie Aubrac pasó el resto de su vida implicada en diversas causas en las que siempre luchó por la libertad.
Lucie Aubrac
Su libro de memorias Ils partiront dans l’ivresse relata las muchas formas en que contribuyó al esfuerzo por socavar la ocupación alemana. Hay varios libros sobre ella y sobre su figura y también una película.
Cartel película
Las mujeres fueron los vínculos esenciales de la Resistencia.
Lucie Aubrac
Aquí os dejo un vídeo que cuenta muchas más cosas sobre su apasionante historia:
No sé si sabéis que una gran parte de la Resistencia la formaron los maquis, término que viene de la palabra maquia y que hace referencia a estar «cubierto de matorrales». Este fue, precisamente, los terrenos en los que la resistencia armada se movió. Entre los maquisards era muy difícil que hubiera mujeres, porque era un mundo masculino y muy patriarcal, pero aunque no se quedaran en los campamentos con ellos, su papel como enlaces fue muy importante.
De hecho, muchas de ellas llegaron a convertirse en figuras familiares de las guerrillas con las que se encontraron durante sus misiones. Este fue el caso, por ejemplo, de Anna Coissac en el maquis de Guingouin (Haute-Vienne) o de Simone Sauteur en el maquis de Surcouf (Eure). El papel de estas oficiales de enlace fue fundamental para permitir a los maquisards mantener vínculos con el exterior.
Tom Morel, líder de los Maquis des Glières, concluyó un mensaje dirigido a Colette y Louise Périès, dos jóvenes oficiales de enlace del Ejército Secreto, escribiendo:
«todas las esperanzas están permitidas siempre que haya chicas de Francia para hacer lo que estáis haciendo».
Al ayudar a la guerrilla y ayudar a abastecer los campamentos, a las mujeres mayores también se les dio el sobrenombre de «Madres de los maquis». Este es el caso en Haute-Vienne de Maria Bourdarias. Esta agricultora, cuya finca estaba ubicada cerca de Eymoutiers, abasteció a los maquis, escondió armas y materiales, y dio la bienvenida a guerrilleros enfermos o heridos.
Bajo el peso de los roles
Todo esto lo hacían por supuesto sin abandonar sus roles de mujeres, madres y esposas. Resulta curioso, por ejemplo, el caso de Cécile Rol-Tanguy cuyo marido era el mismísimo jefe regional de FFI, un conocido e importante comunista (Henri Rol- Tanguy). Ella era su oficial de enlace. Cécile usaba el carrito de bebé de sus hijos para esconder documentos secretos para la red comunista de los Francs-tireurs et partisans (FTP), de la que su marido era uno de los líderes parisinos. El 19 de agosto de 1944, fue ella quien mecanografió a máquina, al dictado de Henri, el llamado a la insurrección de los parisinos que hizo que todos se alzaran en armas y lucharan para liberar la ciudad.
Las mujeres representaban alrededor del 10% de los poseedores de la Tarjeta de Combatiente Voluntario de la Resistencia (CVR) y apenas fueron el 9% de las beneficiarias de la Medalla de la Resistencia francesa. También hay solo seis mujeres entre los 1.038 compañeros que recibieron la Cruz de la Liberacióninstituida por el General de Gaulle en 1940 con el fin de recompensar a las personas o comunidades militares y civiles que se hubieran «distinguido en la obra de liberación de Francia y su Imperio».
Incluso el gran himno de la resistencia, «Le Chants des partisans» fue escrito por una mujer: Anna Marly, pero del poder de esta canción os hablaré en otro momento.
Hubo, por tanto, muchas mujeres que se jugaron la vida (y que incluso la perdieron) al pertenecer y luchar en la Resistencia. Sin embargo, siempre ha faltado un reconocimiento oficial de su labor desde el final de la guerra aunque con el paso de los años se ha ido indagando más y han salido a la luz más historias de mujeres que estuvieron en mayor o menor medida implicadas en la lucha contra la ocupación alemana.
Yo solo he contado un poco de todo lo que he descubierto los últimos meses y es un tema que me ha apasionado y por ello, os invito a indagar más.
Con esto, despido la entrada de hoy. ¿Qué os ha parecido?
Que soy una apasionada de Corea y su cultura no es ningún secreto. Para escribir la saga Indomite tuve que sumergirme en un arduo proceso de documentación porque quería ser muy escrupulosa. Quería representar de manera fidedigna las costumbres y la mentalidad de la sociedad coreana, pero sobre todo, hacerlo de una manera respetuosa.
Ese fue el reto de «A un segundo ti», ya que quise plasmar todo desde los ojos de Macarena, una chica española recién llegada que tiene que habituarse a un país tan distinto para no meter la pata con las normas de cortesía y sobre todo, con las jerarquías. ¿A qué me refiero con eso? Pues seguid leyendo.
Jerarquías en la sociedad coreana
La sociedad coreana está altamente jerarquizada. Y esto afecta a todos los ámbitos.
Las relaciones personales y laborales, las amistades o el lenguaje, todo está condicionado por la jerarquía.
El idioma coreano tiene varios niveles de habla según la formalidad. En principio hay siete niveles diferentes pero normalmente se suelen estudiar 3 o 4.
Y dentro de esos niveles tenemos que conocer la manera formal/educada de hablar: 존댓말 – jondaetmal y la manera informal/casual de hablar: 반말 – banmal.
Os cuento cosas sobre esto: ban-mal se traduce como «half language» porque es como que al hablar te comes una parte. Un ejemplo muy conocido es:
안녕 que es Annyeong, la manera casual de decir HOLA. La forma completa sería annyeonghaseyo o lo que es lo mismo ANNYEONG+HASEYO (안녕+하세요).
Así que ban-mal resulta más corto porque no añades las terminaciones más formales como 요 (yo) o 니다 (nida).¿Y qué significa entonces JONDAETMAL? Pues etimológicamente viene de «JONDAE» que significa «mostrar respeto» y «MAL» que significa LENGUAJE O DISCURSO. Así que 존댓말 – jondaetmal es el lenguaje de respeto.
Por ejemplo si queremos decir algo tan sencillo como HOLA podemos hacerlo de tres formas diferentes según el nivel de formalidad empleado:
안녕하십니까 ? (an-nyeong-ha-sib-ni-ka? (Más formal)
안녕하세요 (annyeonghaseyo) (Formal)
안녕 (annyeong) (Casual)
¿Y cómo hacen la distinción entre el uso de uno u otro? Pues este punto es muy complejo y depende de muchas cosas. Tienen en cuenta varios factores : la relación personal entre hablantes, la edad de ambos, el grado de intimidad y la situación o el entorno.
Seguro que habéis visto alguna serie en la que cuando los personajes comienzan a acercarse se piden permiso para dejar de usar honoríficos. E incluso a algunos personajes que tratan de maleducados o rudos porque se dirigen en banmal a sus interlocutores.
Y aquí un inciso, como la edad es tan importante en Corea (de hecho es de lo primero que se preguntan para saber dónde ubicar a la persona) siempre será el mayor el que pida al más joven que se hablen con menos formalidad.
También os quería comentar que incluso una diferencia de edad de 1 año se considera suficiente para usar honoríficos y hablarse de manera formal. (¿Cuántas series habéis visto en la que se alegran al descubrir que han nacido en el mismo año? Pues es porque digamos que en esa situación pueden sentirse más libres y cómodos).
Otro aspecto en que la jerarquía es importante se muestra en que aún siendo ya presentados no suelen usar su nombre de pila. Llamar a alguien por el nombre de pila sin que esta persona te haya dado permiso se considera de mala educación así que suelen usar términos como sunbae (que significa senior e incluso más formal sería sunbaenim) o añaden al final del nombre completo el sufijo ssi (씨).
Ej: Park Taecyeon-ssi!
Y por supuesto, nada de decir chingu, oppa, o unnie sin el permiso del otro interlocutor. Se necesita cierta familiaridad y algunos requisitos concretos basados en el tipo de relación y en la cercanía.
¿Sabéis que OPPA solo se lo pueden decir mujeres a hombres más mayores que ellas pero con los que tienen MUCHA CONFIANZA? Usarlo fuera de ese contexto es también irrespetuoso.
(Aunque sobre este término y toda la carga que encierra daría para hablar largo y tendido) Os dejo aquí un vídeo muy explicativo sobre esto: https://youtu.be/54Vn6qejPMQ
Así que podemos decir que salvo situaciones de mucha familiaridad o cercanía, lo normal es que se emplee comúnmente el lenguaje formal.
¿Y entonces qué sucede en el trabajo? Pues que allí las jerarquías están más marcadas todavía.
Jerarquía laboral
La posición/puesto que se ostenta en la empresa condiciona todas las relaciones y en función de eso se tratan de una determinada manera. Esto lo podéis ver claramente en la serie MY AHJUSSI de las que os hablé en esta entrada y que para mí representa claramente cómo es la sociedad coreana patriarcal y jerarquizada.
Es muy importante para ellos que cuando se dirijan a un superior en el trabajo lo hagan por el título correcto. Así que suelen decir su nombre completo seguido de su título y agregan un ~ 님 (~ nim) al final como señal de respeto.
Y por supuesto, en una sociedad tan jerarquizada tenemos que hablar de las reverencias. Hay dos tipos. La informal que se hace mediante una pequeña inclinación de cabeza (con compañeros de trabajo o conocidos) y la formal en la que se inclina todo el torso (con superiores, alguien de mayor edad o rango o como muestra de mucho respeto).
Y diréis ¿todo esto dónde tiene su origen? Pues tenemos que retrotraernos a la época/ dinastía Joseon (1392-1897) que se extendió en el tiempo durante cinco siglos y durante la cual en Corea se adoptó el Neoconfucianismo como religión y sistema dominante.
Retrato del rey Taejo de la época Joseon
Esto supuso que se instauraran algunos principios que condicionaron todas las facetas de la vida porque se creía que el orden era esencial en cualquier sociedad. Aún a día de hoy, muchas de las cosas que se aplicaron en esta época siguen vigentes en la sociedad coreana. Las jerarquías como hemos visto, pero también el peso de la FAMILIA.
Pintura pueblo coreano
Confucio decía que solo un país donde la vida familiar sea armoniosa podía ser pacífico y próspero así que la base del éxito de cualquier sociedad residía en que la familia estuviese bien construida con armonía y un orden que venía de una regulación patriarcal de las mujeres y los niños.
Así que, por tanto, los hombres se convirtieron en los jefes de la familia y a las mujeres se les arrebataron todos sus derechos (de esto si os parece hablaré en otra entrada) ya que se las limitó a la sumisión porque debían cumplir lo que se llamaba como los tres seguimientos o las “tres obediencias” (samjong chido) que consistían en que las mujeres tenían que obedecer, escuchar y seguir a su padre como hijas, a su marido como esposas y a su hijo como viudas.
Pero esto no es lo único importante que se instauró en esa época. Solo los hombres podían estudiar y educarse (de hecho las mujeres nobles apenas podían salir de casa) y por supuesto todo el ritual de honrar a los ancestros (algo muy importante) conocido como JESA solo podían encargarse los primogénitos varones de cada familia.
Os dejo un vídeo aquí para que veáis qué es este ritual y quienes lo protagonizan:
Así que podemos decir que el peso de la sociedad coreana se construyó sobre estos valores (la jerarquía, el respeto a los mayores, el patriarcado) pero también obviamente sobre la piedad filial, un término también confucionista. Etimológicamente si nos remitimos a su origen chino se ilustra con el carácterxiao (孝) que es la combinación de dos caracteres : lao (viejo) sobre el carácter zi (hijo).
En esta imagen veréis su significado. Un anciano es llevado por un joven (hijo) lo que significa que el comportamiento de los hijos es el de cuidar, respetar y velar por los padres/ancianos o antepasados.
Explicación caracter chino 孝
Volviendo a Corea, como os decía la piedad filial hyo (효) es también muy importante y de hecho tienen una frase para ilustrarla:
«Nuestro cuerpo, desde el cabello de nuestra cabeza hasta la piel, es lo que heredamos de nuestros padres, por lo que no atrevernos a dañarlo es el origen de la piedad filial».
Por lo tanto, esto les condiciona ya que sus acciones pueden afectar a sus padres, por lo que tienen que estudiar, progresar, actuar diligentemente y conseguir cosas en la vida para que sus mayores estén orgullosos y no se sientan defraudados.
Así que os resumo lo que os he contado hasta ahora: la sociedad coreana está altamente jerarquizada y esto afecta a todos los ámbitos. Estas normas sociales provienen del confucianismo y aún desempeñan un papel muy importante en la sociedad tiñendo sus costumbres, su lenguaje y sus relaciones sociales.
Podría estar hablando mucho sobre estos temas porque son muy complejos y hay muchas cosas que no he comentado en esta entrada ya que solo quería poner en contexto las jerarquías y su origen para que comprendáis mejor la cultura y sociedad coreana.
¿Qué os ha parecido? Si tenéis alguna duda o queréis comentarme algo más, no dudéis en decírmelo.
«Pachinko» era mi eterna pendiente. Publicada por Quaterni en español, fue mi regalo de cumpleaños y tenía muchas ganas de poder disfrutarla. Me ha gustado tanto que hoy os traigo la reseña.
SINOPSIS: Yeong-do, Corea, 1911
En una pequeña aldea de pescadores a la orilla del mar del Este, un hombre tullido se casa con una muchacha de quince años. La pareja tiene una hija, su adorada Sunja.
Cuando Sunja se queda embarazada de un hombre casado, la familia se enfrenta a la ruina. Pero entonces Isak, un joven sacerdote cristiano, le ofrece una oportunidad de salvación: una nueva vida en Japón como su esposa.
Tras seguir a un hombre al que apenas conoce hasta un país hostil donde no tiene amigos ni hogar, la salvación de Sunja no será más que el principio de su historia.
A través de ocho décadas y cuatro generaciones, Pachinko es un relato épico de familia, identidad, amor, muerte y supervivencia.
Como cuenta la sinopsis, la novela comienza en una pequeña isla de Busan, donde conocemos a los padres de la protagonista, porque sí, a pesar de la miríada de personajes que la autora nos va a presentar, SUNJA ES EL EJE sobre el que gira toda la historia. Los primeros capítulos son, en mi opinión, los únicos en los que se transmite cierta felicidad. A pesar de las circunstancias, en la familia de Sunja hay dicha en las pequeñas cosas, en los lazos, en el amor con el que impregnan su mundo cotidiano. Me ha encantado Hoonie, ese hombre que fue un buen esposo y un gran padre y que al morir, deja a su esposa y a su niña con una hospedería con la que a base de trabajo pueden salir a flote.
Y aquí, con una Sunja adolescente, nos encontramos con el incidente detonador de todo, que no es otro que la aparición de HANSU.
¿Pero él quién es? Al principio no lo sabemos. La autora nos cuenta que siempre va vestido de lino blanco, que es elegante, rico y poderoso. No olvidemos que el contexto es que Corea está ocupada por Japón y que todos los coreanos viven bajo el yugo de los japoneses. Sin embargo, él parece saber moverse entre ambos mundos. (Me ha parecido uno de los personajes más oscuros y ambiguos de los que he leído en mucho tiempo).
—Allá donde vayas, la gente está podrida. No hay nadie bueno. ¿Quieres ver a un hombre muy malo? Haz que tenga más éxito del que nunca había imaginado. Verás lo bueno que es cuando descubra que puede hacer todo lo que quiera.
Pachinko
Después de salvar a Sunja de una ataque, comienzan a hablar. Él le cuenta cosas sobre Osaka, que es donde vive; ella sus quehaceres en la hospedería. Sunja se enamora de él, se deslumbra tanto que no se cuestiona nada. Cuando se queda embarazada, todo cambia. Descubre que él está casado. Sus sueños se hacen añicos rápidamente.
Sunja, corazón, la vida de una mujer es trabajar y sufrir. Es mejor que te pille prevenida, ¿sabes? Ya casi eres una mujer, así que alguien debería decirte esto: el hombre con el que te cases determinará tu calidad de vida. Un buen hombre te dará una vida decente, pero junto a un hombre malo vivirás un infierno… Sea como sea, espera siempre sufrir, y sigue trabajando duro. Nadie se preocupa de las pobres mujeres… solo nosotras mismas.
Pachinko
En una sociedad como la coreana en esos años en los que la castidad de la mujer era tan importante, Sunja se enfrenta a la ruina. En ese momento, un pastor cristiano llamado Isak llega a la hospedería. Está enfermo y de no ser por la ayuda de Sunja y de su madre, habría muerto. Tras recuperarse y conocer el secreto de Sunja y lo que puede suponer, decide casarse con ella. Y ahí es donde empieza el viaje.
ISAK también es un gran personaje. Un hombre leal, compasivo, honesto, decente. Probablemente el personaje más «blanco» y puro de toda la novela desde su primera aparición hasta la final.
Eres muy valiente, Noa. Mucho, mucho más valiente que yo. Vivir cada día con aquellos que se niegan a reconocer tu humanidad exige un gran valor.
Pachinko
Cuando llegan a Osaka para quedarse con su hermano Yoseb y su esposa, los dos recién casados descubren cómo viven los coreanos en Japón.
La autora nos describe las condiciones terribles en las que viven en un gran trabajo de documentación. Hacinados en guetos y contratados como mano de obra para lo más desagradable, tienen que enfrentarse a todo tipo de situaciones de discriminación e intolerancia.
La historia es desgarradora, pero la autora no se ensaña. Incluso en las escenas duras podemos encontrar una especie de «fundido a negro» o un salto temporal de varios años o meses en los que los personajes han avanzado.
Incluso un tema tan terrible como el de las «mujeres de consuelo», que sucedía en esa época, aparece mencionado en una conversación entre Sunja y su madre, pero de una manera tan sutil que si no sabes de qué se trata, se te puede pasar por alto.
En mi opinión, esta especie de omisión es de agradecer, porque la historia ya es de por sí lo bastante dura como para añadir escenas explícitas.
Hay muertes, hay pérdidas, hay dolor, hay racismo, hay opresión. Y hay mujeres fuertes y estoicas que luchan por sobrevivir. SUNJA y su cuñada Kyunghee forman un equipo lleno de valentía y de resiliencia. Son mujeres inteligentes y cuyo instinto de supervivencia las hace tomar decisiones que incluso estaban mal vistas en la época como, por ejemplo, la de trabajar aunque el dinero fuera necesario para comer y para mantener a sus hijos. Las protagonistas de de esta novela me han conquistado.
—Go-saeng —dijo Yangjin en voz alta—. El destino de una mujer es sufrir.
—Sí, go-saeng —asintió Kyunghee, repitiendo la palabra «sufrir». Sunja había oído aquella idea toda su vida, en boca de otras mujeres: que debían sufrir. Sufrir de niñas, sufrir como esposas, sufrir como madres… Morir sufriendo. Go-saeng: esa palabra la enfermaba. ¿Qué más había, además de aquello? Había sufrido para dar a Noa una vida mejor y, aun así, eso no había sido suficiente. ¿Debió enseñar a su hijo a aguantar las humillaciones que ella se había tragado como si fueran agua?
Pero esta novela además de narrar las vicisitudes de mujeres fuertes, habla sobre todo de dos cosas: la familia y la identidad.
¿Qué significaba ser coreano en Japón en esos años? Hay personajes que luchan por su identidad, pero también hay quienes la ocultan porque les supone un lastre. Además entre toda la multitud de personajes que componen esta novela, la autora trata este tema de manera diferente: ¿qué es la identidad para la joven coreana recién llegada? ¿Qué es para Yoseb, que trabaja en una fábrica japonesa? ¿Qué es para Hansu, que se aprovecha de unos y otros? ¿Y qué es para Solomon, que ha crecido rodeado de japoneses y que sabe que algunos son y han sido buenos con ellos?
En la identidad no pesaba solo la sangre.
Pachinko
En definitiva, «Pachinko» es una novela imprescindible y no solo si te gusta Corea y quieres acercarte a este pasaje de su historia a menudo tan desconocido, ya que esta obra habla de cosas que no han pasado de moda (tristemente): los refugiados, la sensación de desarraigo, la supervivencia, el racismo hacia «el otro» pero sobre todo es un relato humano que trasciende fronteras.
Hoy me gustaría que la nueva entrada del blog sea una reseña de un libro que me ha impactado. Me lo habían avisado: «Actos humanos» te romperá el corazón. Y así ha sido.
Llevaba mucho tiempo queriendo leer a Han Kang, pero hasta que no la recomendaron en un curso que he realizado sobre «Corea en clave de género» no me había animado a pesar de que sé el éxito que supuso otra de sus novelas como es «La vegetariana» que fue galardonada con el Man Booker Internacional en 2016.
Al final, Han Kang escribe sobre todo tipo de violencias. Desde las más silenciosas y sutiles a las más evidentes, las que desgarran cuerpos, queman piel o amoratan mejillas.
Tenemos que volver a la década de los 80 y al asesinato del dictador Park Chung-hee para situar lo que se cuenta en esta novela. Os pongo en antecedentes, después de este fallecimiento, todo el mundo esperaba el comienzo de una era de democracia. Sin embargo, se produjo otro golpe militar a cargo de Chun Doo-hwan que impuso una ley marcial. Estudiantes y ciudadanos salieron a las calles en protesta contra el gobierno. Uno de los mayores movimientos tuvo lugar en Gwangju, ubicada en el suroeste del país, en la provincia de Jeolla del Sur.
La respuesta del nuevo gobierno militar no se hizo esperar. Envió paracaidistas a Gwangju para reprimir una protesta pacífica liderada por estudiantes universitarios y ciudadanos a los que agredieron brutalmente y sin distinción aunque fueran hombres, mujeres, ancianos o niños. Estos ataques agravaron aún más la situación, y cada vez más más personas se unieron a las manifestaciones. El 21 de mayo de 1980, los soldados abrieron fuego contra ciudadanos dejando cientos de personas heridas o muertas. Ni siquiera se sabe con certeza cuántas personas murieron porque las cifras oficiales y las reales difieren por completo. De hecho, aún hay madres que no han conseguido saber qué fue de sus hijos.
Aquí os dejo un enlace donde se cuenta todo muy bien:
Una de las películas que aborda también el tema fue A taxi driver dirigida por Jang Hoon y protagonizada por el conocidísimo Song Kang-ho.
Y después de situaros en este contexto, vuelvo al libro de Han Kang publicado por Rata-Books
Han Kang cuenta lo acontecido aquellos terribles días dándoles voz a diferentes narradores, utilizando para ello una variedad de tiempos verbales con los que pretende alejar o acercar el foco.
El primer capítulo narrado en segunda persona, como si se dirigiera al mismo personaje que lo protagoniza nos sitúa en los momentos posteriores a la masacre. Un chico contempla cómo los cuerpos se hinchan, tantos, irreconocibles, en el edificio donde los tienen a la espera de que sus familiares los reconozcan y los velen.
¿Por qué les cantan el himno nacional a esas personas que mataron los militares? ¿Por qué las envuelven con la bandera, como si no fuera la misma patria quien las hubiera matado?-preguntaste con cautela.
Han Kang. Actos humanos
Pero las preguntas que se hace el protagonista no cesan: ¿Cuánto tiempo se quedará el alma junto a su cuerpo? ¿Aleatará como si fuera un pájaro? ¿Agitará el borde de la vela?
Gracias a la maestría de la autora es este personaje (del que al principio desconocemos el nombre) sobre el que se articulan el resto. Dongho, apenas un muchacho de quince años, decide quedarse a ayudar en el polideportivo, donde los cuerpos de los muertos se descomponen y él lucha con la culpabilidad. Y de ahí comienzan a desarrollarse el resto de capítulos, cada uno con un narrador/ personaje diferente en el que la autora aborda sin contemplaciones todos los abusos y las crueldades que se cometieron no solo durante aquellos días de mayo. Porque hubo muertes, cuerpos quemados para eliminar las pruebas, pero también torturas. La autora da voz a los supervivientes: a la joven que trabaja en una imprenta cuyas obras sufren la censura, a los jóvenes que acusaron y torturaron en las celdas.
(…)querían dejar bien claro que nuestros cuerpos no nos pertenecían, que no había nada que pudiéramos hacer por nuestra voluntad, que lo único que nos estaba permitido sentir era un dolor enloquecedor (…)
Habla también de la conciencia limpia, de la fuerza del sentir común, de sentirse parte de un todo y aborda la vida tan dura que tuvieron los que sobrevivieron a esas torturas y que no fueron capaces de llevar vidas normales aunque cuando todo sucedió no eran más que jóvenes que no pudieron ni siquiera disparar los rifles que llevaban.
¿Entonces el alma no es nada? Mejor dicho ¿será una especie de cristal? El cristal es transparente y se rompe con dificultad. Esa es su naturaleza. Es por eso que tenemos que tratar con cuidado todo lo que está hecho con ese material, porque si algo que está hecho de cristal se agrieta o se rompe, ya no sirve y hay que tirarlo. Antes teníamos dentro un cristal que no se rompía. No sabíamos si era cristal o qué, pero era algo auténtico, sólido y transparente. Haciéndonos trizas el cuerpo les demostramos que teníamos alma. Les demostramos que éramos seres humanos hechos de cristal de verdad.
Han Kang. Actos humanos
Otro de los capítulos más conmovedores es narrado por la madre de Dongho, que como otras cientos de mujeres se unió a la «Organización de madres de las víctimas del movimiento pro-democracia», que surgió mucho después de aquella masacre y que ha tratado de dar visibilidad y voz a los que no sobrevivieron y a sus familias (ya que muchos de ellos ni siquiera pudieron encontrar los cuerpos para enterrarles). Esta asociación aún sigue vigente en la actualidad. Este capítulo, llamado «Donde se abren las flores» está narrado como si le hablara a su propio hijo y me ha partido el alma por lo desgarrador que es.
(…) nos tomamos de las manos… ¡Qué manos tan frías! Cogiéndonos con fuerza las manos esqueléticas, como de espantapájaros, y dándonos palmadas en la espalda para consolarnos, nos miramos a la cara.
Han Kang. Actos humanos
Sé que mis palabras no le hacen justicia a lo que es esta novela. Creo que es una de esas obras que deberían ser de lectura obligatoria (aunque yo odio este concepto) ya es que es una novela que habla tan bien sobre la condición humana que te hace reflexionar sobre las atrocidades que se suelen cometer (a veces por los propios gobiernos) y que tienen unas consecuencias que no se superan dejando heridas abiertas en las sociedades. Durante años en Corea no se habló de lo acaecido en Gwangju y si se hacía, era en murmullos. Han Kang lo expresa muy bien en el último capítulo en el que cuenta cómo y por qué decidió escribir esta novela.
A pesar de que es dura de leer, recomiendo que la descubráis. Es una de esas obras que como dicen en uno de los paratextos finales hablan de esa «geografía del sufrimiento» que atraviesa el planeta. «Actos humanos» no es solo lo que sucedió en el Levantamiento de Gwanju, es también la historia de todas las sociedades, de cómo se han reprimido movimientos de protesta, de cómo se ha torturado a débiles o violado a mujeres durante los conflictos. «Actos humanos» habla sobre víctimas y lamentablemente, tanto en el pasado como en el presente, siempre son las más silenciadas. Por eso son tan importantes libros como este.
Gwangju era el otro nombre del aislamiento, de lo que es pisoteado por la fuerza, de lo vulnerado, de aquello que no debería ser dañado de ningún modo. (…) Gwangju renacía y era asesinada una y otra vez.
Furisode with a Myriad of Flying Cranes (1910–1920
Cuando empecé a estudiar japonés, una de las cosas que me fascinó del idioma fue que poseía palabras que no tenían una traducción correspondiente en castellano, ya que equivalen a conceptos, a sentimientos o a sensaciones. Por ejemplo, tal y como menciono en «Aunque sueñe con tu nombre», a la luz del sol que se filtra a través de las hojas de los árboles se le llama KOMOREBI. Pero hay muchas más.
IKIGAI, por ejemplo, es un concepto complejo sobre «aquello que te motiva como razón de tu existencia». Se podría hablar largo y tendido sobre este término que a mí me parece fascinante. Fue así, indagando sobre él, que llegué a otro concepto que me enamoró. Se trata del MONO NO AWARE, del que os hablo en esta entrada.
MONO NO AWARE (物の哀れ): Si nos atañemos a su composición, encontramos que viene de MONO 物 que significa “cosa”, y de 哀れaware, que es “sentimiento”. Sería algo así como sentimiento hacia las cosas, pero no tiene traducción literal, ya que en realidad, es un concepto que surgió en la literatura japonesa hace muchísimos años. Es un término que ha bañado y condicionado el arte japonés en todas sus vertientes, desde la música a la pintura, pasando por la poesía y por supuesto, por la literatura.
Por ejemplo, lo vemos en el inicio de la famosa novela HEIKE MONOGATARI:
En el sonido de las campanas de Gion resuena la impermanencia de todo, el color blanco de las flores de un árbol de trono doble nos recuerda que florecer y caer es lo mismo. Los orgullosos nunca perduran, como el sueño de una noche de primavera; los poderosos caen al final, nada más que polvo llevado por el viento
Vemos la fugacidad de las flores, que florecen y caen. ¿Os acordáis que os conté que en Japón tiene mucha importancia la flor de Sakura? Tienen palabras para describir los procesos de esa flor (como hanafubuki, que es «lluvia de pétalos de flores»), incluso un festival para ver su caída (HANAMI) y además, era la flor preferida de los samuráis, porque resumía sus vidas: hermosas pero efímeras.
De hecho, los samuráis practicaban literatura cuando no guerreaban, pero también IKEBANA, o lo que es lo mismo, bellas construcciones florales, en las que eran realmente conscientes del MONO NO AWARE, de esa sensibilidad que provoca la naturaleza y su contemplación.
Pero este término es mucho más que eso.
Hydrangea and Swallow, from an untitled series of large flowers (1833/34) color woodblock print in high resolution by the famous Katsushika Hokusai.
Hay tristeza y melancolía en el MONO NO AWARE. Porque todo pasa. Porque todo acaba. Hay haikus (俳句), que son unos poemas típicos de Japón (tres versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente) que hablan sobre esto, que captan esos momentos trascendentes y le dan una fuerza maravillosa a cada palabra utilizada:
el agua se cristaliza
las luciérnagas se apagan
nada existe
Chiyo-Ni
Los poetas de haiku trataban de plasmar esos momentos de comunión con la naturaleza para captar su belleza. Para evocar la idea que subyace bajo el término MONO NO AWARE y que es la siguiente: todo pasa, por lo que todo es valioso. Hay que atesorar cada instante, porque no vuelve.
Woman from Momoyogusa–Flowers of a Hundred Generations (1909) by Kamisaka Sekka.
Asimismo, aunque MONO NO AWARE evoca la tristeza de lo que acaba, también nos recuerda que seguimos vivos. Hay, por tanto, un sentido positivo en su concepto. El aware nos sitúa y nos arraiga en el momento presente para que lo disfrutemos.
¿Alguna vez habéis viajado a un lugar desconocido? ¿A un país extranjero, por ejemplo? ¿Recordáis lo que sentíais cuando llegabais, recorríais sus calles o descubríais algo de su cultura (su comida, sus templos)? ¿a que tratabais de grabar todo en vuestra cabeza y disfrutarlo por si no podíais volver? Pues probablemente, a ese momento podríamos llamarlo MONO NO AWARE.
Así que podemos decir que este concepto empieza con el «pathos de las cosas» porque sabemos (y sentimos) que todo es transitorio, y eso nos provoca «una gentil tristeza» que son los adjetivos que se suelen aplicar a este término, pero es más que eso, porque plasma la belleza y la profundidad de lo que nos rodea y nos invita a valorar cada instante.
Goten-Yama Hill, Shinagawa on the Tokaido by Katsushika Hokusai(1760-1849) a traditional Japanese Ukyio-e style illustration of sakura blossom with Mount Fuji in the background and village people having a picnic and enjoying life.
Y hasta aquí la entrada de hoy. Espero que os haya gustado. Gracias por leerme.
Se ha cumplido un año desde que publiqué con Selecta «Aunque sueñe con tu nombre» así que he decidido contaros en una entrada el que fue el detonante creativo de esa novela y así retomar este blog al que reconozco que tengo muy abandonado.
Como sabéis yo siempre he sido una apasionada de la época victoriana. (Os dejo una entrada para contextualizar aquí)
Pues después de escribir «Amor de humo y algodón» y «Amor de niebla y destino» quería seguir escribiendo histórica. En un momento determinado descubrí la importancia del lenguaje de las flores en esa época (podéis leerlo en esta otra entrada) y en esa misma investigación descubrí que en Japón las flores también tenían una gran importancia y un significado propio conocido como HANAKOTOBA. Eso fue, en realidad, lo que unió a los protagonistas de «Aunque sueñe con tu nombre» y de ahí surgió la idea de una novela.
Para los japoneses, cuya cultura está unida a la naturaleza (aquí quiero recordar que ellos creen en los KAMI, que son deidades adoradas en el sintoísmo, entre las cuales se incluyen también árboles o fuerzas de la misma naturaleza) y por tanto conceden una relevancia a las flores.
Por ejemplo, el crisantemo es usado por la familia real como emblema y sello imperial.
Sello imperial de Japón
Considerado la flor nacional, El “Trono del Crisantemo” es el nombre dado a la posición del Emperador de Japón. Asimismo el crisantemo o “Kiku”, es la divisa o corona (monshō) del emperador.
Crisantemo
Pero esta no es la única flor importante. Seguro que conocéis de sobra las flores de cerezo llamadas SAKURA.
Son una flor tan importante que tienen hasta palabras para definir los procesos relacionados con esta flor. Aquí os dejo un enlace en el que se explican algunas de ellas:
Para la sociedad japonesa, esta flor simboliza toda una forma de pensar, casi algo espiritual. Si habéis leído «Aunque sueñe con tu nombre» sabéis que hay un momento en que el señor Kimura le dice a Tina:
—No. Mi flor favorita es la flor de sakura. De cerezo. —¿Por qué? —Por su significado. En mi país, hace… años, adorábamos la fugacidad de la vida. Las flores de cerezo son hermosas en plena floración, pero caen pronto y duran poco. Es la belleza de lo frágil, de lo efímero.
De hecho, uno de los acontecimientos más conocidos y visitados en Japón es el HANAMI, o lo que es lo mismo: «ver flores». Consiste en la tradición japonesa de observar la belleza del período en que florecen los cerezos.
Aquí os dejo un vídeo en el que podéis ver a qué me refiero:
Loto: otra de las flores más conocidas y fuertemente asociada al Budismo. Se dice que tiene un significado asociado a la elevación espiritual y toman la flor como ejemplo, ya que las raíces crecen en el fango pero los tallos atraviesan el agua y la flor nace en la superficie, bella e inmaculada. De hecho el kanrensetsu es el fenómeno de observar las flores de loto.
flor de loto
Flor de ciruela: ¿Sabíais que ciruelos y cerezos son árboles distintos? A mí me costó averiguarlo. Fue indagando sobre el significado de las flores en Japón cuando lo descubrí. De hecho, mientras que el cerezo florece en primavera, el ciruelo lo hace en febrero, con el frío. Además, tiene muchos más colores, que van del rosa al violeta pasando por el rojo.
Y como es una flor que nace en el invierno, pues tiene el significado de renacer, de esperanza, porque a pesar de las adversidades, crece y espera la primavera.
Flores de ciruelo
Camelia: Esta flor es conocida como la «rosa de Japón» o «Tsubaki» y tiene asociadas varias historias. Se dice que era la flor preferida por los nobles en el periodo Edo, pero también de los samuráis porque ya que al caer la flor lo hace entera, como si se decapitara. Os dejo aquí una entrada antigua sobre samuráis.
Actualmente, se usa mucho como patrón en kimonos y su significado es algo más parecido a «amor perfecto».
Camelia
Peonía: esta es la última flor de la que os voy a hablar hoy. Para los japoneses simbolizan valentía, pero también la usan para atraer la prosperidad y por ello la plantan en sus jardines. La pronunciación de 牡丹 (peonía) en japonés es “botan”. Antes del periodo Meiji, se cree que apenas se consumía carne tomada de cuadrúpedos en Japón debido al budismo, pero en los casos en los cuales se consumió se ocultó con nombres de flores. El término “botan” fue usado (y todavía se usa) para la carne de jabalí salvaje.
Peonía
Y aunque hay más flores a las que la cultura japonesa les otorga significados importantes, hoy la entrada acaba aquí. Gracias por leerme. Ya sabéis que me podéis encontrar en:
¡Buenos días! Como bastante gente me ha pedido que haga una entrada sobre el lenguaje de las flores en la época victoriana, pues me he animado. Como sabéis, mi pasión por este tema llegó cuando me documentaba para «Aunque sueñe con tu nombre», la novela que tengo publicada con Selecta.
Esta va a ser la entrada que llega con mucho retraso pero ¡llega!
¿Queréis saber qué importancia tenían las flores y sobre todo, los manuales sobre su significado en la época victoriana? Pues seguid leyendo.
Sí, las flores tienen su lenguaje. La suya es una elocuencia que habla en un silencio perfumado; y en los términos más claros, aunque delicados, expresa las más nobles y tiernas emociones del corazón. Ninguna palabra hablada puede igualar la delicadeza del sentimiento transmitido por una flor presentada en un momento oportuno. Las impresiones más tiernas se pueden manifestar así sin ofensa, y el consuelo se imparte silenciosamente en un momento en que los más suaves acentos de compasión se clavan duramente en el oído.
The language of flowers. Printed by Osborn and Buckingham. New York.1834
En toda la historia de la humanidad las flores han sido muy importantes. Las hemos usado como herramienta para transmitir mensajes tanto en días alegres como tristes.
Si amamos a alguien, se lo decimos con una flor. Si lo perdemos, también.
Mientras que todo cambia a un ritmo vertiginoso, las flores siguen inalterables. Las estudiamos, cultivamos y las regalamos independientemente del lugar de donde vengamos. Y de la cultura a la que pertenezcamos.
Pero ¿por qué siguen siendo tan importantes en la sociedad? Una posible respuesta es que las flores están en todas en partes y comunicarse con ellas es algo universal, como los sentimientos.
En la época victoriana hubo un momento en que hicieron furor las flores de jardín y la horticultura, por lo que el simbolismo floral experimentó un gran auge.
Se cree que el lenguaje occidental de las flores, un complejo sistema de simbología en el que a cada flor se le atribuía un mensaje, tiene su origen en el primer diccionario Le langage des Fleurs, escrito en 1819 por Charlotte de Latour y que supuso tal éxito en la industria que fue un antes y un después.
En Francia y luego por toda Europa comenzaron a proliferar los diccionarios ilustrados de flores que asociaban un significado o un mensaje a cada flor.
ejemplo de uno de estos libros victorianos
Las encuadernaciones eran maravillosas y de lujo y en el interior se encontraban ilustraciones que convertían a estos diccionarios en piezas muy hermosas que toda dama victoriana quería poseer.
Ejemplo de una ilustración interior
Y aquí es donde entra un poco la imaginación. Como os he contado en otras entradas, la época victoriana se caracterizaba por la doble moral, como podéis leer aquí:
Partiendo de esta base, ¿no es ideal imaginar que los caballeros pudieran enviar mensajes escondidos a sus damas a través de las flores?
Este caballero está obviamente pensando en qué flor expresaría su intensa pasión
Pero dejando un lado este lado romántico, sí que era cierto que los victorianos usaban mucho las flores en su día a día.
Los hombres solían incluir flores en los ojales de sus trajes, mientras que ellas las lucían en los maravillosos vestidos o en los recogidos. A continuación os pongo unas imágenes para que lo veáis.
Un bonet con flores a un lado En estos ejemplos de peinados de la época, en muchos se incluían flores como aderezoPreciosos detalles de flores en un vestido de seda
El simbolismo de algunas flores se aplicó a momentos importantes de la vida.
Por ejemplo el nomeolvides se empleó mucho durante el cortejo.
Esa flor azul que brilla en el arroyo,
bella joya de la esperanza, el dulce nomeolvides
COLERIDGE
Como anécdota os contaré que el nombre de esta flor viene de un cuento alemán sobre una pareja que antes de casarse paseaba por el Danubio. La joven vio una mata de estas plantitas que crecía en la orilla y, al agacharse a cogerlas, el novio cae al agua. Antes de ser arrastrado, lanzó las flores a su prometida al grito de «Vergiss mein nicht!» ¡NO ME OLVIDES!
Pero no fue hasta el siglo XIX cuando triunfó en Gran Bretaña gracias a Samuel Taylor Coleridge, un poeta que fue uno de los fundadores del Romanticismo en Inglaterra. Y fue tal el éxito que estas pequeñas flores aparecieron por todas partes, en la ropa, en la porcelana, bordadas en las prendas, grabadas en medallones…
Así que os podéis imaginar el impacto que el lenguaje de las flores llegó a tener en la época victoriana. De esta época es un famoso cuadro que seguro conocéis.
OFELIA DE JOHN EVERETT MILLAIS
Os pongo una explicación de Wikipedia de lo todo el simbolismo que podéis encontrar en este cuadro:
En el texto de Shakespeare se hace una descripción exhaustiva de toda una serie de flores y plantas que aparecerían en la obra. Hecho que sin duda Millais plasmará en la obra, manteniéndose fiel. Todas estas flores y plantas tendrán una clave simbólica, relacionándola con la historia de Ofelia. La joven llevará colgado al cuello un collar de violetas, que vienen a significar la desgracia, la muerte temprana, o la castidad. Mientras tanto en el agua se pueden ver flotando flores como pensamientos que se relaciona con el amor vano, el sauce simbolizaría el amor desamparado, las ortigas relacionan con la pena, las margaritas con la inocencia. Todas estas plantas aparecerán descritas en la obra de Shakespeare. Por su parte Millais añadirá algunas plantas que no aparecen descritas en la obra como será la presencia de amapolas que se vinculan con la muerte, o el adormecimiento. Lirios que se relaciona con la virginidad, coronas imperiales, narcisos, ulmarias, adonis, forman parte de una amplia extensión de flores que aparecen en la obra. Todas ellas estarían en relación con la historia de Hamlet, así como con los sentimientos de Ofelia.
Cuando la época victoriana acabó, el lenguaje de las flores perdió importancia. Después de todo, el mundo ya estaba en guerra y luego vinieron tiempos extraños en los que el ser humano tuvo que adaptarse a nuevos desafíos.
Aún así, las flores siempre han estado presentes en nuestras vidas y acompañándonos de manera silenciosa.
Hay romero, que es para el recuerdo;
reza, ama, recuerda
HAMLET, ACTO IV; ESCENA V
Hay mucho más que podría decir sobre el lenguaje de las flores en esa época, así que no descarto dejarlo para otra entrada.
Si os ha gustado y queréis saber más, no dudéis en decírmelo.
¡Hola! Sé que tengo este blog un poco abandonado, pero tenía una novela que terminar y no me daba la vida. Ahora que estoy libre, he retomado una de mis pasiones que son los K-dramas (doramas coreanos). Ya os hablé de ellos en esta entrada que os enlazo a continuación:
Justo ahora en pleno boom de Parasite, la película que se ha llevado 4 Oscars y que ha hecho que el mundo ponga sus ojos en las ficciones coreanas, yo me he decidido por un dorama que no es lo que estaba acostumbrada a consumir.
(Aquí un inciso: los dramas poco tienen que ver con las películas coreanas, ya que cada uno tiene sus códigos narrativos, pero os invito a que los descubráis porque son producciones maravillosas)
Pero a lo que iba, hoy os hablo de My ahjussi (Mi señor):
El título de esta entrada habla sobre lo que quiero contar. No voy a hacer una reseña como tal porque no se me dan bien y no creo que fuera capaz de hacerle justicia a esta serie tan compleja.
Porque eso es lo primero que quiero destacar de My ahjussi. No es el típico drama y quizás, si lo que pretendes es iniciarte en el mundo de los kdramas, a lo mejor no es para ti, si no tienes conocimientos previos sobre la sociedad coreana (tan distinta a cualquiera de las occidentales y tan compleja en sus relaciones sociales, familiares y en definitiva, estructurales).
My ahjussi es un drama. Pero con mayúsculas. Ríete tú de las series turcas porque My ahjussi es de esas ficciones tan reales que te sacuden el alma y te parten en pedazos.
Y aún así, hay que verla. ¿Por qué? Pues por muchas cosas.
Pero primero, dejad que os cuente de qué va.
Park Dong Hoon (Lee Sun Gyun) de 40 años, trabaja como ingeniero estructural en una firma de arquitectos. Es callado y estoico, decente hasta la médula, sacrificado y hace lo que haga falta por sus seres queridos. Tiene un sentido de deber para con su familia que marca sus acciones diarias.
Lee Ji An (IU) a los 21 años, ya sabe lo cruel que puede ser su vida. Y cómo es la suya. En un momento determinado, en medio de las luchas por ascensos y otras movidas de la empresa, el jefe le encarga (alentado por ella misma) la tarea de descubrir las debilidades de Park Dong Hoon.
¿El problema? Que, cuando trata de arruinarle la vida, acaba conociéndole y no puede evitar enamorarse de él. Aunque aquí tal vez hay más de amor platónico que de real, porque Lee Ji An encuentra en este hombre todo lo que a ella le ha faltado en esta vida.
Él es tan bueno, tan decente y sin embargo, está tan roto, que ella, que aún está peor que él, no puede evitar sentir lástima. Vaya dos ¿no?
Además, se ve envuelto en injusticias por parte de su jefe (y de su mujer), lo que hace que Lee Ji An acabe olvidando su misión inicial y se vuelque en proteger a Park Dong Hoon con todo su alma.
Pero My ahjussi no es solo ellos dos, pese a que llevan la carga dramática ( y qué bien actuada, impresionante).
Porque este k-drama va sobre la familia, que en Corea del Sur tiene un peso mayor al del individuo, de modo que las acciones de un miembro afectan al resto.
Al final, la familia, el trabajo (tan valorado en cualquier sociedad y muchísimo en la coreana) y el legado gira alrededor de un concepto que no es otro que KIBUN: una palabra que no tiene traducción literal, pero es algo como orgullo u honor, que siempre ha tenido un gran peso en la cultura asiática.
Es un elemento añadido que condiciona los personajes, sus éxitos y sus fracasos y en muchas ocasiones, cómo eso pesa demasiado sobre ellos.
Y ahí entran los hermanos del protagonista:
Park Sang Hoon (Park Ho San) es el hermano mayor. Es un hombre de mediana edad que fue despedido de su trabajo y después llevó a la quiebra dos negocios, por lo que acabó separado y viviendo con su madre. Pero aún sigue siendo tierno y consigue arrancarte unas de las pocas sonrisas de este dorama.
Park Ki Hoon (Song Sae Byeok) el más pequeño de los tres. Una vez fue un director genio en el mundo del cine. Sin embargo, han pasado 20 años desde sus días de gloria. Actualmente trabaja en una empresa de limpieza.
Y ahí es donde empatizas. Con el hombre mayor que no encuentra empleo y está en una edad en la que a pesar de la experiencia, el mercado laboral le da la espalda. Y el otro hermano, un soñador que quiere vivir de sus sueños, de escribir y contar historias, pero se da de bruces con la realidad de la vida y tiene que trabajar en lo que puede.
Y también está la madre de los tres, una mujer anciana que tiene que lidiar con el fracaso de sus hijos. Qué dolor he sentido al verla, de verdad.
Siempre he dicho que los k-dramas son sueños deslumbrantes, con esas localizaciones maravillosas en Seúl o Busan, pero My Ahjussi es más oscura.
Se cuenta en los cubículos estrechos de una oficina, frente a una parada de metro o dentro de un vagón, en un barrio tradicional poco iluminado, en las salas de reuniones donde los tipos se creen importantes y son capaces de arruinar vidas, en un pequeño habitáculo donde Lee Ji An malvive con su abuela, en esos pequeños bares donde beben soju después de un agotador día de frustraciones, en esa puerta frente a las escaleras donde Lee Ji An recibe los golpes de su pasado.
Hay mucha forma de plasmar la tristeza y la soledad en la ficción. Yo misma, como escritora, la he reflejado en momentos y situaciones. Pero he visto y aprendido mucho cómo hacerlo en My Ahjussi.
A través de los silencios prolongados, pero también de la respiración, los suspiros y los pasos que Ji An escucha desde su puesto de «espía» y sobre todo, de los diálogos, herramienta narrativa por excelencia.
Os pongo ejemplos aquí (puede haber spoilers, aviso)
-Hay alguien que sabe mucho de mí. Y creo que también sé mucho sobre ella.
-¿Estás feliz?
-Estoy triste. Me entristece que ella sepa quién soy.
Esta conversación es de Park Don Hun con su hermano pequeño (el director de cine) y tiene lugar en el bar de su amiga, entre las risas y la alegría de los demás.
-Cuando amanece … escucho el golpeteo … de los pasos de la gente. Escuchar ese sonido debajo de mis mantas … me hace sentir muy sola. Ni siquiera te lo podías imaginar. La sensación de que soy la única que no avanza. Entonces, a veces … me siento afuera cerca de la puerta, temprano en la mañana. Porque quiero sentir que estoy avanzando con ellos también.
Jung Hee (Propietaria del Bar ‘Jung Hee’)
My ahjussi pone a sus personajes al borde, en situaciones tan límite que resultan angustiosas.
¿Hasta cuándo puedes ser controlado, decente, cuando todo a tu alrededor se desmorona? ¿Y cómo puedes no enamorarte de un hombre tan bueno, que no es capaz de dejar volar su corazón?
Este kdrama narra la vida de muchos personajes, pero los más importantes que son Lee Ji An y Park Dong Hun. Son tan intensos y tan complejos que me cuesta describirlos, pero van evolucionando y entrelazándose en una relación que no es fácil de clasificar.
No es una historia de amor romántico, pero da igual, porque hay escenas que quedan para el recuerdo. Una de mis favoritas está en el episodio 14. Ella, sola, en la cabina azul, él de regreso en el barrio, bajo la macilenta luz de las farolas. Esos dos planos contrapuestos, parecidos a una viñeta. Y Park Dong Hun está literalmente temblando y cuando ella le pregunta si se volverán a saludar calurosamente en su reencuentro, él apenas puede pronunciar palabra.
Toda esa escena, la fuerza de los diálogos, de la respiración acelerada, todo habla de tristeza. Y de qué manera.
La realidad es que el trabajo actoral de IU y de Lee Sun Gyun es impresionante y ha conseguido que me pase enganchada a esta serie solo por ellos dos, por su capacidad de transmitir esa tristeza, esa desesperación. La soledad en estado puro.
Gracias. Gracias. Escuchaste todo lo que sucedía en mi patética vida y, sin embargo, te pusiste de mi lado. Así que gracias. Gracias. No debería querer nada más en la vida ahora. No puedo … soportar verte con dolor porque me compadeces. Y yo … no soporto el hecho de que eres tan lamentable. ¿Cómo podría alguien tan joven como tú … sentir tanta pena por un adulto como yo? Me parte el corazón demasiado para soportarlo. Si no puedo mostrarte que estoy viviendo una vida feliz … continuarás sufriendo por mi culpa. Y cuando pienso en ti, sufriendo por mi culpa … tendré tanto dolor que no podré continuar.
Hay muchas frases, pero sobre todo una: NO ES NADA. Porque todo paso, porque aunque parece que tu vida está a punto de arruinarse, solo es una etapa.
Sé que esta entrada no le hace justicia a este kdrama tan complejo, tan hermoso, tan desgarrador, pero tenía que hablar de él. De todo lo que me ha hecho sentir.
Hay escenas memorables: la de los tres hermanos destrozados cuando han descubierto que el perfecto e idealizado Park Don Hun no tiene la vida que ellos creían; y todo el capítulo final, un canto a la vida, a ese «todo pasa».
Y luego está la OST, que es una auténtica joya. Esta canción que os pongo aquí me ha parecido maravillosa, porque es triste y descorazonadora.
En definitiva, My Ahjussi habla de la soledad. Y lo hace principalmente, a través de unos auriculares, usando una herramienta narrativa que a mí me parece genial.
Con todos los sentimientos que me ha generado esta serie, acabo esta entrada, que no es a lo que estáis acostumbrados en este blog, pero es que tenía que contarlo.
-Estaba a punto de morir, pero tú eres quien me salvó …
-Realmente viví mi vida por primera vez porque te conocí, Ahjussi …
Como enseñanza, me queda una frase: Seamos felices.
¡Buenos días! Pues hoy os hablo de varias cosas que son un buen acercamiento para conocer la mitología japonesa, que como he comentado en otras ocasiones, es compleja y difícil de abordar.
¿Empezamos?
1-La influencia de las religiones:
El sintoísmo es la religión nativa de Japón y en ella se honran a los 8 millones de seres del mundo invisible, conocidos como Kami. Pero con la llegada del budismo, a esas creencias se le unieron otras tradiciones. Así que la mitología japonesa está claramente influenciada por las religiones y por la situación de la isla, rodeada de China y de Corea, lo que hace que haya una fusión cultural muy interesante.
2- Yōkai
¿Qué son los yōkai ? Pues son seres sobrenaturales que tienen gran importancia en el folclore japonés. El término abarca gran variedad de criaturas. Etimológicamente viene de la unión del kanji que significa «embrujado» y del que significa «aparición».
Los Yōkai son más poderosos que los seres humanos, y debido a esto, tienden a actuar con superioridad y cierto desprecio sobre los mortales aunque lo más normal es que eviten el contacto o incluso se escondan en lugares remotos. Sin embargo, también existen los que interfieren en la vida de las personas, molestándolas o incluso devorándolas.
3-Dragones
El dragón japonés Ryu es una criatura estilizada similar a una serpiente, cubierta de escamas, cuya cabeza de reptil aparece coronada por una cornamenta. Las patas de los dragones japoneses cuentan con tres garras solo. Tienen una estrecha relación con el agua. Y sobre todo, con la corte imperial. El emperador japonés Hirohito (que reinó entre 1926 y 1989) creía que su origen podía remontarse a 125 generaciones, concretamente a la princesa Joya Luminosa (Toyotama), hija de un rey dragón. Se supone que los dragones japoneses eran benévolos, pero había excepciones que se pueden encontrar en multitud de leyendas.
Japanese Sea-dragon, by Utagawa Kuniyoshi
4- KAMI
Son espíritus del sintoísmo japonés. El concepto de kami es muy amplio y se remonta a las tradiciones. Se dice que existen ocho millones de Kami, lo que significa un número infinito. Algunos son similares a las deidades de Grecia y Roma, como la diosa del sol Amaterasu.
Otros son espíritus de la naturaleza y representan la energía de un árbol, un río, una montaña, el viento, las tormentas o incluso los terremotos. También se consideran así los espíritus de los ancestros, constituidos por miembros de la realeza (como los antiguos emperadores de Japón) o por los antepasados de cada familia. Todas las habilidades y las ocupaciones tienen su propio Kami patrono y los héroes de la mitología japonesa también son honrados como kami.
Algunos cambian de forma, otros adoptan la fisonomía de animales fabulosos.
5- Los kami de los terremotos
Se creía que los terremotos, tan presentes en la vida japonesa, eran consecuencia de los kami. En concreto, de la anguila gigante Jinshin-Uwo, tan enorme que todas las islas de Japón descansan sobre su lomo. se dice que la ciudad de Kioto en el sur está sobre su cabeza mientras que Aomori, en el norte, está situada en la cola. Hay otras leyendas que dicen que en realidad Japón descansa sobre un bagre, es decir, un siluro gigante.
¿Sabéis que existe una piedra fundamental llamada «kaname ishi» y que es un remache encajado en una piedra situada en el templo de Kashima y que asegura que Japón no se suelte del lomo del kami? Sin embargo, cuando la anguila o el sirulo se mueven, provocan un terremoto o un tsunami.
6- INARI
Es el kami de la agricultura, la fertilidad y el éxito. Dicen que es un cambiaformas, y puede adoptar masculinas y femeninas. Puede transformarse en un anciano o en una diosa.
En su forma animal es común verle como un zorro blanco (un kitsune) porque los zorros son los mensajeros de esta deidad.
La entrada al santuario de Inari suele estar custodiada por estatuas de zorros con baberos rojos. Los devotos les dejan ofrendas de arroz, sake, y tofu para que Inari les escuche.
7-TENGU
Me encanta esta figura del folckore japonés. Los tengu son «perros celestiales» y suelen ser representados como papagayos o aves de presa pero con características humanas.
Tengu as a kite-like monster, from Toriyama Sekien’s Gazu Hyakki Yakō
Su pico de ave a veces se transforma en una nariz humana, o bien tienen cuerpo humano con alas. A partir del siglo XIII comenzaron a relacionarse con los YAMABUSHI, una secta religiosa que vive en las montañas y que lleva una vida austera. Desde entonces se les representa con una pequeña gorra negra y un fajín.
Un Yamabushi Tengu (山伏天狗)
La naturaleza moral de los tengu es ambigua y ha cambiado por el paso de tiempo. Se dice que secuestraban a los niños y a monjes budistas y siempre ha sigo una figura que a pesar de que está presente en multitud de templos y es muy reconocida en el folckore japonés, también tiene una carga maligna.
Los tengu siempre fueron vistos como arrogantes y eran asociados a vanidad y orgullo. Hoy en día, la expresión japonesa tengu in naru, que literalmente significa «convertirse en tengu« es usada para describir a una persona engreída.
8- Yūrei
Es lo que en el mundo occidental conocemos con fantasmas. Aparecen cuando una persona muere violentamente, no recibe una ceremonia adecuada ( en otro post os explicaré con más profundidad) o se han suicidado. Tradicionalmente, son femeninos,con largas melenas negras y están vestidas con una mortaja, un kimono funerario, blanco y abrochado al revés.
Suelen ir acompañados por dos fuegos fatuos (hitodama ) o almas errantes. A continuación os explico más cosas sobre ellos.
9- FUEGOS FATUOS
Ilustración de una Hitodama por Toriyama Sekien.
La palabra hitodama es la combinación de las palabras japonesas hito, que significa «humano«, y tama (abreviación para tamashii), que significa «alma«. Estas llamas aparecen como esferas azules y en ocasiones verdes con una estela larga.
Se creen que pueden ser peligrosas por varias razones:
1. A veces provocan que las personas se pierdan y mueran o sean devoradas por otros seres mágicos que se esconden en los bosques o en los cementerios.
2. Algunos mitos japoneses consideran al hitodama como uno de los trucos de los kitsune, al usar su kitsune-bi (狐火, «llama de zorro«) para descarriar a los viajeros.
10. MÁS COSAS SOBRE LOS KITSUNE
El término kitsune-gao ( «cara de zorro») se refiere a las mujeres que tienen una cara angosta con ojos muy juntos, cejas delgadas y pómulos salientes. Tradicionalmente, esta estructura facial es considerada muy bella.
Los kitsune tienen fobia a los perros, incluso cuando están en su forma humana, por lo que es una buena manera de descubrirles.
Se cree que una persona muy devota o un monje puede ver inmediatamente a los kitsune que se hacen pasar por personas.
Hay más habilidades sobrenaturales atribuidas comúnmente al kitsune. Por ejemplo, la aparición de fuego o luz en la boca o en las colas (son conocidos como kitsune-bi; literalmente «zorro de fuego»).
El kitsunetsuki (狐憑き o 狐付き) literalmente significa « estar poseído por un zorro». Fijaos si tiene relevancia que el kitsunetsuki era considerado una enfermedad desde la era Heian hasta comienzos del siglo XX. La posesión fue la explicación para la cualquier conducta anormal de una persona y se considera que el kitsunetsuki es una psicosis étnica única en la cultura japonesa. No existe en otras culturas.
Se cree que esta posesión podía descubrirse si la persona comenzaba a ingerir grandes cantidades de tofu, el alimento que encanta a estas criaturas.
También se dice que cuando la línea telefónica llegó a Japón se empezó a usar el término moshi, moshi y como las personas poseídas no pueden decir frases con sentido ni repetir, si se llama a una persona y, solo dice»Moshi» puede ser un Kitsune.
Y esto es todo por hoy. Os dejo la entrada anterior sobre Kitsune, donde podéis encontrar más información de estas criaturas y de la novela que he publicado con Amanecer y en la que tienen gran importancia.